Guía Sibaris

En muchas partes del mundo están generando cambios en las presentaciones en los etiquetados de los alimentos y bebidas; cosa que debe respetarse, tomarse en cuenta y cumplir con este requisito por el bien de la salud de la población. Es lógico que con el paso del tiempo organizaciones públicas y públicas en materia de bienestar alimenticia, se dieron cuenta que algunos de los componentes que integraban estos productos no eran nada recomendables para el cuerpo humano; con esa obviedad, exigieron que las empresas colocaran visible los ingredientes y los excesos que pudieran tener.

Esto ha llevado que las autoridades gubernamentales, como en el caso de nuestro dónde exigieron eliminar las figuras de animales (mascotas) de los logos y colocar leyendas de fondo oscuro con letras claras resaltadas donde se indican los excesos como de sodio o azúcar. En la cuestión alcohólica ya se lleva años con la famosa advertencia de “Evitar el exceso” por dar un mero ejemplo.

En Europa está pasando algo similar desde hace tiempo, pero ahora, la Unión Europea, quiere clarificar más las cosas en la cuestión de vinos, por lo que está imponiendo legislaciones para que los consumidores sepan que están bebiendo. Atendiendo este contexto, en España ya están iniciando con estos tecnicismos legales.

A través del OCU – Organización de Consumidores y Usuarios – ya ha publicado y circulado un informa a todos los involucrados con los cambios que se necesitan hacer en las etiquetas de los vinos que se comercializan en supermercados, almacenes especializados y toda tienda que comercialice los vinos.

Con la nueva normativa, los fabricantes están obligados a presentar ingredientes e información nutricional de los caldos. Para ser específicos, y de acuerdo al Reglamento 1169 / 2011, las etiquetas deben contener fecha de consumo, la dicha información nutricional, valor energético, contenido neto e indicativo de sustancias alérgicas. Y esto va para todos, incluyendo a aquellas bebidas con un valor de más del 1,2 % de alcohol; la UE exige que también se incluyan los vinos y vinos aromatizados.

Sin embargo, la propia OCU, critica que este tipo de medidas puedan orientarlos a usar tecnología que genere códigos QR, tratando de sintetizar la información para mayor comodidad del empresario. Esto puede tener ramificaciones no éticas, ya que esto pudiera excluir a personas que no puedan tener dispositivos móviles, acceso a internet o poca habilidad para el manejo de estos aparatos y / o la propia tecnología. Además de que se puede perder transparencia en la información y ésta debe ser prioridad para los consumidores.

Toda esta normativa es ideal y protectora de los derechos – y el derecho a la información – de los consumidores, y desde nuestro muy particular punto de vista, también puede regular la competencia, eliminando acusaciones malintencionadas de usos de sustancias prohibidas (como desgraciadamente le sucedió al pulque en México), al tener visible todos los ingredientes involucrados.

Será un proceso al cual se le debe de dar el tiempo necesario para su adaptación y que es necesario para tener una buena conducta empresarial y de salud.

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