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La alta nutrición de consumir insectos

Categoría: Gastronomia Foodie Sibaris Fecha: hace 2 meses 1,584

Les guste o no, nos guste o no, en pocos años habrá un cambio en la manera de comer de todos los humanos. Sí, porque el o los modelos de producción y obtención de nuestros alimentos están provocando un estrés perjudicial en el planeta. Aunado a lo anterior, pero que es una consecuencia propia de esta era industrial, el omnipresente y cuestionado cambio climático.

Factores varios que han disminuido terrenos cultivables, miles, por no decir millones, de hectáreas que son inservibles hasta para la alimentación de los animales de ganado; disminución del agua potable; deterioro de los océanos, lo que supone una drástica caída en la pesca mundial, cosa que ya se ha documentado por varios medios especializados en flora y fauna, los cuales han contabilizado y documentado la extinción de varias especies que antes eran comunes en las mesas.

Por eso y más, hay que voltear a alternativas que antes eran comunes, pero con el paso del tiempo y cambios en el gusto gastronómico, se desecharon casi a un cien por ciento y relegamos a ciertos platillos que, irónicamente, son de altos estatus gourmets. Y como ya habrán leído en el título, nos vamos a enfocar en los altos valores nutricionales de los insectos.

Es cierto que en esta época no estamos tan acostumbrados, incluso, familiarizados con la degustación de los insectos, ya sea por ignorancia o asco; pero en uno de esos giros dramáticos, debemos saber que estos animales son los que mejor se alimentan, al ser el primer eslabón de la cadena alimenticia, ya que se sustentan de las plantas antes que cualquier otra especie de la Tierra. Esto es, en otras palabras, comen su alimento de primera mano, algo que ningún cerdo, res o aves hacen.

Esto nos lleva a las propiedades que contienen:

Los insectos contienen sales minerales, algunos son ricos en calcio; la mayoría tienen vitaminas del grupo B, lo que los hacen abundantes en magnesio. Y en todas sus etapas de desarrollo tienen aportes. Como larvas proporcionan calorías de gran calidad porque están conformadas de ácidos grasos poliinsaturados que no hacen ningún daño a quien lo consume. En comparativa con 100 gramos de carne de res, las larvas dan más proteínas: la res 54 a 57 %, la otra nos equipa con 60 a 75 %. Eso nos da una mejor intervención en el funcionamiento del sistema inmunológico.

Si nos basamos en el famoso chinicuil o agave rojo del agave – del cual ya hablamos en otra nota – éste posee proteínas de mayor calidad que los pescados, aves u otro animal. Pero no es la única ventaja que nos puede incluir, también tienen:

  • Digestibilidad elevada
  • Facilidad de capturar
  • No pierden su valor nutritivo
  • Generan sustancias antibióticas que los protegen mientras están vivos lo que no permite que se descompongan cuando son capturados si se conservan secos.

Añadamos un dato que nos habla de la importancia y valía de los insectos comestibles: el 87 % de éstos. son más energéticos que el maíz; 50 % más que la soya; 63 % que el pescado, la lenteja y el frijol. 84 % de ellos más que las hortalizas, 95 % más que el trigo, el centeno y 100 % más que el pollo.

¡Puf! En verdad que estamos dejando pasar una estupenda oportunidad de aprovechamiento, aun con los constantes llamados de diversas organizaciones que claman por un cambio radical en nuestra dieta, entre ellos la FAO, OMS y otras asociaciones no gubernamentales. Como se menciono en el artículo de los gusanos del mezcal, hay que realizar una serie de estudios, tanto por universidades, centros de investigación y autoridades gubernamentales para establecer un programa sustentable que beneficie a todos los involucrados.

Hagamos conciencia Descubriendo, Degustando & Compartiendo lo nutritivo de los insectos

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