Guía Sibaris

Hay muchas cosas que unen a nuestro continente, sobre todo del río Bravo hasta la Patagonia, que le dan identidad y autenticidad a una gigantesca región llena de riquezas naturales e historia que comprende miles de año y, aunque parezca inverosímil, apenas estamos presenciando la punta de tan extenso tesoro.

En el aspecto de las bebidas no se puede tener un mejor ejemplo de lo dicho en las últimas líneas. Desde antes de la llegada de los europeos, nuestros ancestros ya preparaban destilados que eran consideradas sólo para paladares divinos o en su defecto, para reyes y nobles de esos antiguos pueblos.

Lo mejor de todo ello, es que los métodos de preparación siguen vigentes en el imaginario popular, dando placer a los paladares que los prueban. Es de sorprender que muchas de esas recetas se pasaron de manera verbal, con pocas referencias en los códices precolombinos, pero fue tal el impacto cultural que hay pocas variaciones en sus preparaciones. Y dicho con todo respeto, esto nos pone a la altura de como los europeos presumen sus productos.

Y para que quepa duda, les mostraremos algunas de esos deliciosos tragos que tienen fama internacional, hechos por el gran talento latinoamericano:

Fernet – Argentina. Referirnos a los vinos argentinos es hablar de uno de los materiales más buscados y probados del planeta. El fernet es uno de ellos, y es parte de la rica herencia dada por los italianos, pero con toques pamperos. Esta bebida se elabora a partir de la maceración de distintos tipos de hierbas como mirra, manzanilla, ruibarbo, cardamomo, orégano y azafrán, en alcohol de uva. De color oscuro, sabor amargo, aroma intenso y alto grado de alcohol, suele diluirse en agua mineral o algún refresco de cola.

Singani – Bolivia. Este es un aguardiente de uvas, que aprovecha la destilación de vino de la uva moscatel de Alejandría. Es tan famoso que un reconocido director de cine (Steven Sodebergh) tiene su propia marca, que ha hecho que las autoridades de ese país lo incluyan como Patrimonio. La gran altura de Tarija sobre el nivel de mar, 1800 – 2200 metros, le otorga grandes virtudes a la uva moscatel, preservando mejor sus aromas.

Caipirinha – Cachaza / Brasil. Una bebida que tiene mucho parecido con el daiquiri, pero aquí la gran diferencia es la base: la cachaza. Este es un destilado de caña, pero, al contrario del ron, la cachaza usa el jugo para su elaboración, lo que hace que sus sabores sean distintos. El cóctel como tal se cree que nació en la época esclavista y fue añadiendo otros elementos como la cáscara de limón y el hielo escarchado.

Chicha – Colombia. Bebida fermentada a partir del maíz, agregando azúcar o panela, dejando fermentar por un tiempo prolongado para que pueda convertirse en una bebida alcohólica de gran graduación. Hay que aclarar que el maíz no es el único cereal, semilla o fruta que se usa para convertirse en chicha, también podemos utilizar yuca, arroz, avena, piña o arrachaca (éste es un tubérculo muy cultivado en los Andes).

Pisco sur / Chile – Perú. En el segundo país mencionado está catalogado como Patrimonio Cultural de la Nación y a pesar de que hay un “conflicto” de interés por saber quien se adjudica su creación, ambas naciones no pueden negar que ya es parte de su recetario y es una de sus insignias gastronómicas. Este popular aguardiente de uvas, como su principal base, tiene pocas variaciones en su preparación, pero es casi idéntico en los dos países.

Canelazo – Ecuador. Este aguardiente contiene panela y agua de canela, a esta mezcla se le agrega jugo de naranjilla o limón. La bebida es tan popular que ya tiene sus propias versiones en Colombia y Perú, pero siendo, esencialmente, considerada como ecuatoriana. Para darle más variedad e intensidad, en algunas fiestas en particular, le agregan anís estrella, pimienta dulce, clavo de olor y, en ocasiones, un poco más de alcohol.

Carrulim – Paraguay. Conocida como caña de ruda, es propia del área guaranítica y parte de Argentina. Sus ingredientes tradicionales son la caña, ruda y limón lo han hecho formar parte del Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay. A esa mixtura se le añaden yerbas que lo potencian más y era utilizado por los chamanes guaraníes.

Tannat – Uruguay. Este un licor con base de uvas Tannat y es muy popular, además que se le considera como el primer vino hecho en la República Oriental del Uruguay. Y es que el estupendo confín de aromas lo hace muy deseable: nueces, avellanas, naranjas, cerezas, higos y chocolate. Un complemento ideal para la alta gastronomía.

Hasta que dejamos este artículo, sin olvidarnos que todavía tenemos que resaltar las bebidas típicas y / o tradicionales de nuestros hermanos del Caribe y el resto de otros países de la región.

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