Guía Sibaris

Playa del Carmen lleva años como una ciudad en crecimiento, o puerto, como ustedes mejor lo consideren; es una comunidad que tiene  todos los atractivos, esos que sustentan su gran fama como destino turístico, tanto en México como en  el plano internacional y Le Chique suma sus atributos para reforzar esa urbe de playa. Este es un restaurante que tiene un contraste, pensamos que hecho a propósito, entre intimidad y espacios abiertos; ambos sentidos invitan de forma inmediata a sentarse y disfrutar el gran concierto gastronómico del Chef Jonatan Gómez Luna.

En la carretera Cancún-Puerto Morelos, a la altura del kilómetro 27 y medio en la Bahía Petempich pueden localizar la guarida de este exitoso y joven chef. Con gran ingenio, Jonatan ha sabido armar un menú que va desde esos toques moleculares, los que aprendió en sus recorridos por Europa, pasando por las inevitables fusiones,  llegando a platillos que cuentan con un gran porcentaje tradicional. Esto es lo que le gusta a todos los comensales que ya han pasado por sus mesas, que haya una profundidad en la oferta de cualquier centro culinario y Le Chique sabe dar esa amplitud de platos y estilos, lo que lo hace poseer una ricura de ideas.

Sin elaborar una larga lista, les podemos redactar una serie de creaciones elaboradas por este talentoso Chef, para que se den cuenta de que va este vanguardista restaurante:

Pringles, pero no en el entendido de frituras con base en maíz, no, aquí la visión del chef se enfoca en unos tomates deshidratados con ajo; la presentación te puede confundir, pero al momento de probar bocado sabes que estás ante una delicia, que puede tener una simplicidad en sus ingredientes, más no sucede con la técnica, es así como te enteras que estás ante un cocinero que juega con los conceptos. Pero los giros de tuerca aparecen con frecuencia, ya que en sus menús de degustación va tomando tintes de complejidad, que van disminuyendo cuando le has tomado el hilo a esa mezcla de propuestas. Es así como puedes encontrar infladitas de chicharrón con chapulín, cebolla quemada con chichilo, este es uno de los siete moles de Oaxaca y que en Le Chique se le tiene un gran aprecio; siguiendo con ese desfile culinario, también podemos contar con un Crujiente de Tinta con hueva de salmón,  y aprecias con éste plato, esa influencia molecular de Jonatan.

Podemos enumerar la nuez pecana con Foie, la mantecada de huitlacoche, langosta con maracuyá, pato con mole negro o el Hamachi en Aguachile y con manzana verde. Si se han dado cuenta, los ingredientes y su recetario son ecléticos, por lo que sus maridajes van por esos caminos. Le Chique cuenta con una carta de vinos muy internacional, no se compromete a tener caldos nacionales porque se sentiría muy forzado, tampoco los evita, hay Casa Madero dentro de sus sugerencias, pero en esa rara honestidad, el chef busca diversidad de sabores, sin necesidad de que sean del país. No creo que sea una mera cuestión elitista, o peor aún, malinchista; al contrario, entendemos que los cocineros que tienen un recorrido de prueba y aprendizaje por el extranjero, se les graban las texturas de ciertos destilados, marcas o etiquetas y en su intelecto, buscan ensamblar un maridaje local con el foráneo. 

Le Chique es una opción que debe estar en su lista de restaurantes a conocer, sin importar que se halle a algunas horas de desplazamiento, sinceramente vale la pena darle una mirada y degustar con esas propuestas que le llaman vanguardistas.

Descubre al cosmopolita, Degusta con sus afrentas y Comparte la afinidad culinaria.