Guía Sibaris

Ardbeg es una compañía que ha tenido muchos avatares en el transcurso de su historia, llegando a momentos de crisis que la borraron por un corto período. Es justo decir que lo administrativo no influyó en la calidad de sus sabores; eso es, lo quieran creer o no, es agua de otro alambique. Lo que si afecto fue su existencia y quebró para después ser rescatada, con gran fortuna – y no dicho literalmente al cien por ciento – por Glenmorangie.

Glenmorangie es una bodega de whiskys que nació unas cuantas décadas después que Ardbeg, pero han tenido un mejor trayecto comercial, eso los llevo a invertir una módica cantidad para revivir a su colega. Y a pesar de tener un gran reconocimiento internacional con sus whiskys de malta, han sido respetuosos con los métodos y recetas de los destilados de Ardbeg.

Ese respeto y fidelidad han rendido frutos, teniendo un alto impacto en sus ventas y la cereza al pastel fue el nombramiento del mejor whisky escocés del mundo por parte de World Wine And Spirits Competition para este 2023.

Los whiskys de Ardbeg son considerados como dulces y ahumados, siendo esos dos elementos su sello distintivo, ya que no los dejan reposar por largo tiempo en las barricas; estrategia que ha funcionado entre los amantes de este líquido. Pero el Ardbeg 25 va de otra cosa, ¡y sí que son palabras mayores!

Para hacerlo, necesitaron apartar una cantidad exclusiva y limitada para almacenarlo y alcanzara la madurez ideal para verterlo en esta edición especial. Los resultados fueron los esperados y coronados con un whisky que ha sido aplaudido unánimemente por todos los expertos catadores. Y éstos han destacado sus características que a continuación les relatamos:

El paladar es atacado por cítricos, azúcar quemada, nata y dulce de azúcar, sensaciones que se ven acompañados por olores a tierra caliente y alquitrán pegajoso. Discretamente, el regaliz hace pase de lista antes de que llegue el retrogusto; todo ello combinado con el bello ámbar brillante que lleva a enamorarte a primera vista.

A este licor hay que tenerle respeto ya que tiene unos 46 % de volumen de alcohol, por lo que no es un whisky común y eso lo notamos desde su caja y envase, donde dibujan el hermoso nudo celta, que es tomado como símbolo de la destilería.

El precio ronda entre 900 a 1000 euros, aunque debemos decir que está, para tristeza de una gran mayoría, prácticamente agotado; es difícil de hallarlo y si hay alguien dispuesto a venderlo, no dudamos que va a duplicar su precio. Sólo busquen en las tiendas especializadas que ellos, si lo tienen, respetarán el precio oficial de venta.

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