Guía Sibaris

Hace pocos días tuvo lugar la Asamblea General de la ONU en la ciudad de New York, una importante reunión de dignatarios, tratando temas urgentes y actuales para toda población, y como todo ser humano tienen la necesidad de comer y en el caso de estos Jefes de Estados, siempre ha habido la impresión de que consumen platillos de alta cocina, ya que a todos ellos se les considera gourmet. Pero en éste año hicieron una gran excepción, ya que rompiendo un poco el protocolo, invitaron y dieron entrada a otros Chefs y sus versiones gastronómicas personales.

Dan Barber y Sam Kass fueron los dos cocineros que crearon un menú bastante especial, con ingredientes que en apariencia no tienen nada de raro, pero en su tiempo de vida ya no eran “aptos” para su venta, pero si seguían siendo consumibles; en pocas palabras, eran alimentos que ya se encontraban en la basura. Pero para saber quiénes fueron los creadores de esta idea, podemos decir de Barber, es el Chef de Blue Hill, uno de los prestigiosos restaurantes de la Gran Manzana y el segundo Kass, era el encargado de la cocina de la Casa Blanca y un arduo participante en campañas de salud nutricional, como la de la Primera Dama, Michelle Obama, Let’s Move.

Entre los dos hicieron una Hamburguesa Vegetariana, la cual iba acompañada de Papas Fritas; el primer plato fue hecho a base de los jugos de la pulpa, que es un complemento que se tira comúnmente y los tubérculos se prepararon con almidón de maíz, el cual se utiliza para la alimentación del ganado. El motivo para hacer éste tipo de degustación fue para hacer un llamado de atención por toda la comida que no se come y se desperdicia n los contenedores de basura; siendo un alto porcentaje, tasado en un 28 % de todos los alimentos cultivables en el planeta Tierra. Con toda esta basura gastronómica, surge otro de los factores que preocupan a los ambientalistas y políticos honestos en general, la generación de carbono; siendo después de China y Estados Unidos, el tercer elemento que más emite este contaminante; que es señalado como un agente responsable del cambio climático.

Los asistentes de la cena estuvieron consientes, tanto del menú como el mensaje de fondo que contenían los platillos presentados. Una experiencia que puede ser considerada como fuerte, ya que al escuchar la palabra basura, se causa un shock corporal, ya que el llevar a la boca un platillo con ingredientes de desperdicio, más que provocar gusto, se reacciona con asco. Pero la idea es directa y si con esto no se crea una concientización urgente, estará difícil que haya una reacción inmediata.

Descubre la caducidad, Degusta con lo espontaneo de la idea y Comparte las propiedades reciclables.