Guía Sibaris

Puede decirse que nuestra nación ya tiene una clasificación oficial sobre cómo está compuesta la gastronomía por regiones en el territorio. Y no lo decimos por decir, ni es un argumento al aire ya que, si consultan el sitio oficial del gobierno federal, pueden hallar dicha información con las zonas trazadas.

En esta parte informativa, la cual estuvo compuesta por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se da detalle y justificación de los estados y sus principales ciudades que las integran. Además de explicar de manera breve sus principales características que refuerzan esta integración culinaria. Por eso les traemos esta distribución formal y juzguen ustedes mismos.

Noroeste. Orientado a esos estados de grandes extensiones desérticas, con inmensas llanuras, pero con litorales llenos de ingredientes que benefician los elementos de esos inhóspitos contornos. También se resalta la amplia y profunda cultura que hay entre los grupos que ahí habitan. Siendo Baja California, las dos entidades, su máximo representante por tener fértiles valles y ser, para muchos, la mejor insignia en vinos.

Noreste. Esta demarcación va más dirigida a los rumbos del golfo de México, donde subrayan las ciudades que cuentan con una enorme fuerza productiva de sus industrias como Monterrey, Tampico, Saltillo, Torreón, San Luis Potosí y Zacatecas. Enalteciendo las bondades de Nuevo León por su naturaleza y modernidad, sus aportes culinarios y ambiente cosmopolita que influye en el resto de la región. No hay olvidarse de sus valles vinícolas que van tomando impulso en el consumo interno y extranjero, así como su reconocimiento en certámenes de renombre mundial.

Pacífico. Esta es la delimitación que mayor renombre puede tener por la larga tradición gastronómica y que en esta área se halla Michoacán, cuya cocina fue fundamental para que la cocina de México fuera nombrada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Pero no sólo es este estado, quienes elaboraron esta clasificación, hacen mención de los grupos originarios que persisten en esas ciudades o poblados como los coras, nahuas, purépechas, mazahuas, huicholes y otomíes. Sus lenguas, tradiciones, pero, sobre todo, sus memorias orales han permitido la sobrevivencia de recetas y técnicas de cocina que siguen vigentes al día de hoy. Jalisco es otro de los lugares que sobresale por sus grandes atractivos que suman más relevancia.

Centro. Otra de las zonas que más influencia a dado a la cocina mexicana, con ciudades como la CDMX, Puebla o Tlaxcala, que, a través de su historia, larga y rica en variedades étnicas, ha logrado proyectar aun más la fama, popularidad y ascendencia en el ámbito internacional.

Sur. En este bloque se añaden ambos océanos que nos rodean, con Oaxaca y Chiapas como principales mesas aportes para la gastronomía. Su increíble biodiversidad es un gran tesoro que todavía sigue nutriendo el recetario nacional. Y que decir de las bebidas, el mezcal es uno de los destilados que están atrayendo las miradas y el gusto de otras opiniones calificadas que nombran a la cocina de México como una de las mejores del planeta.

Sureste. La península de Yucatán es uno de los destinos más excitantes para todo viajero nacional o no. Su cocina sigue creciendo gracias a la llegada de excelentes chefs del interior del país, así como de aquellos llegados más allá de nuestras fronteras. Tan así que cocineros como Rene Redzepi o los hermanos Roca, han elegido las principales ciudades de este polígono para interrelacionar conocimientos y salvaguardar dichos conocimientos.

Seis formas diferentes de pensar y hacer, pero que conforman un maravilloso ente culinario que ha traspasado fronteras y lo extraordinario es que su madurez sigue forjándose con mucha seguridad. Cuestión que nos da mucho orgullo.

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