Guía Sibaris

Estamos en una época en donde una gran mayoría de los mexicanos, guardan o practican las creencias cristianas católicas, incluso los de las otras ramas separadas, tranquilos, éste artículo tiene cierta, como es que me dicen, vinculación con la Semana Santa que estamos corriendo y es un tema que, quizás tenga cierta polémica o en su defecto un enorme interés por quienes lo lean; además de que va muy ligado a la gastronomía. En este caso es el ramo de las bebidas, específicamente, los vinos y es en el Medio Oriente donde se pretende recrear el famoso caldo de uvas que tomo Jesucristo y en general, todos los habitantes de esa región y época en particular.

Para que esto sea una realidad, hay que trasladarse a los territorios ocupados en Cisjordania y ver los estudios que están realizando en la Universidad de Ariel, y no sólo ellos, también un grupo de vitivinicultores y en una paradoja milenaria, la disputa también se da en la propiedad histórica y agrícola de las uvas, esto es, entre israelitas y palestinos. Y aunque no se quisiera adentrar en estos temas que tienen más índole político, se tocan porque, cada nacionalidad está investigando y criando a fondo las varietales que existieron, y que ahora están regresando a la vida pública, se están procesando para crear nuevas marcas y botellas de vinos. Pero este es un tema que se puede tocar por separado, ya que también tiene su grado de interés, sobre todo por el lado de los hebreos, ya que su industria vitivinícola está tomando gran auge.

Para no alargarnos, el vino en específico se ha trabajado con la varietal Dabouki, y están transfiriendo los genes de estas uvas añejas a las actuales israelitas y con ello, como se cree con Cristo, resucitar el vino y probar sus sabores, así como sus texturas. Este grupo de investigadores se ha visto apoyado por otros científicos, entre ellos Drori, un doctor en agricultura y a la vez productor y dueño de una bodega boutique de vinos, la cual se llama Gvaot, quien tiene su casa en el asentamiento antes mencionado y ahí identifico unas uvas pequeñas, de tono blancuzco y con mucho dulzor. Es ahí, en Cisjordania, en todos esos terrenos,  como se inició la investigación, uniéndose más de 120 colegas de Drori, los cuales son apoyados por el poderoso e influyente Fondo Nacional Judío, que es una antigua organización sionista, que entre sus muchos intereses, han ayudado a transformar el paisaje agrícola de Israel.

El mencionado grupo de científicos, incluyendo a Drori, ya han tenido otros éxitos; en la Exposición de Milán presentaron 2480 botellas de vino, las cuales fueron elaborados con la varietal Maaravi, que ya se consideraba extinta y según datos, se utilizaba en el 220 D. C., en consecuencia y como paso lógico, ahora es desarrollar la Dabouki, de la cual se fabricaría un vino blanco y es la uva más antigua de la región, y por lo tanto se cree que es el tipo de vino que tomaba Jesús; y para los estudios y creencia de Drori, el Mesías tomaba de los dos géneros, es decir, blanco o tinto. Para buena suerte, un  reconocido enólogo, viticultor y empresario va a hacer su propia línea de esta uva, Avi Feldstein, quien piensa que en poco tiempo pueda sacar este vino y es que ya tiene dos añadas de éste: 800 botellas del 2014 y la misma cantidad del 2015, y ya ha dado un adelanto de algunas de las características que poseen, uno con sabor anacarado y el otro con texturas tropicales.

Esperemos que se puedan importar y pronto tengamos la oportunidad de paladear ese vino, que en apariencia, probo Jesucristo y todas las personas de ese momento histórico. Y como sea, siempre es bueno recuperar ese tipo de ingredientes que llevan miles de años con nosotros y siguen aportando nuevas sensaciones a la gastronomía.

Descubre lo sagrado, Degusta con la varietal renacida y Comparte sus tonos.