Guía Sibaris

El norte está sonando, pero siempre ha estado ahí, en una contradicción de ideales, de manifiesto, se supone que se ha visto una mayor exposición por las influencias mediterráneas y orientales (sin olvidar lo que hay detrás de la malla que divide la frontera). Pero la zona siempre ha sido rica en ingredientes, la aridez que hay cerca, en esos desiertos, da muchos minerales y propiedades a la tierra, la enología es uno de sus mejores exponentes, pero las aguas que rodean esa península proporcionan frutos abundantes, de temporada y deliciosos. Y qué decir de los restaurantes que han aprovechado toda esta combinación, los Chefs que manejan el timón de éstos, son personas que parecen llevan un manual de instrucciones y logran el éxito en la soledad de esta área.

Un ejemplo de la tenacidad de quienes creen en ese punto cardinal es un pupilo de dos grandes Chefs, Olvera y González Beristaín, y responde por Diego Hernández y usando un juego de palabras muy predecibles, él cuenta con un Corazón de Tierra. El cual se yergue en el Valle de Guadalupe, donde esta fortaleza, que es Hotel Boutique y bodega de vinos, preserva el lema de la frescura, de la temporada y pureza de sus ingredientes, también desea que éstos sean de sus alrededores.

Y Hernández no se casa con un estilo en su cocina, ni siquiera espera a ver qué hay de tendencia, y así debe de ser todo aquel Chef que se precie de autor, artesanal que cree poder sacar un menú de cinco tiempos diferente, todos los días y eso amigos, es un reto que no le debe quedar grande, sabe utilizar a la cocina, sus bondades, amplitudes y lo que naturalmente es, eclética desde su origen.

Para resaltar, exhibimos uno de sus platillos, el Lomo de Bacalao de roca con alioli de tomate, lentejas germinadas y brócoli; así o más sabores encontrados, conceptos de tierra  y mar que simplemente dan un plato excepcional.

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