Guía Sibaris

Los mexicanos somos una raza que, queremos creer, cuenta con más virtudes y bondades que aspectos negativos; no importa en qué lugar se encuentre, así sea un territorio (que históricamente perteneció a nuestro país) sea, políticamente extraño a nuestro origen de nacimiento. Esto viene a colación por unos paisanos que se hallan en el muy productivo Valle de Napa, un sitio donde hay 400 viñedos, de los cuales 12 son propiedad de hispanos y uno de ellos sobresale por la historia que hay detrás de este éxito: Los Viñedos Ceja.

Es una historia que han pasado muchos connacionales en ese país norteño de Estados Unidos, donde muchos han logrado sobreponerse a las penalidades que han encontrado, empezando desde el pasaporte o una posible visa de trabajo. Sin contar con los, desafortunadamente, casos de racismo y de exclusión en la sociedad; pero con la familia Ceja fue otro cantar, desde los años 60’s, el señor Pablo, quien desde que entro a ese país, se dedicó a trabajar y laborar en los campos de varios estados de la Unión Americana; pero fue en la localidad de Sonoma, California, donde radico, para hacer una empresa, con sus hijos y nietos; que ha ido creciendo año con año.

Es un viñedo que lleva el apellido familiar y ya está participando en festivales como el de cine de Napa Valley, y lo hace en conjunto con otros productores mexicanos; a dicha agrupación se le conoce como la Asociación de Vitivinicultores México-Americanos y a lado de grandes Chefs de Sonoma y Yountsville, ofrecen catas y diferentes degustaciones gastronómicas, tanto a las celebridades que ahí se presentan, así como a los visitantes que llegan.

La empresa es manejada por la esposa de uno de los hijos de don Pablo, Amalia es su nombre y se casó con Pedro Ceja, un ingeniero, quien junto con su hermano Armando, desde su infancia se dedican y conocen lo que es el mundo de las vides y los procesos que existen para la fabricación de vinos; algo que también les ha servido para forjar su carácter, ya que no solo les dio fortaleza y conocimiento, también les ha dado (y siguen manteniendo) humildad. Este trio ha sumado  dos de los hijos de Amelia con Pedro, entre todos ellos se han distribuido las funciones y labores que conlleva una empresa como ésta; además que la gran mayoría de los trabajadores de sus campos y bodegas, son de origen mexicano, y están juntos, codo a codo, sacando la producción de caldos, que van asentándose en el gusto de los norteamericanos.

Y es que los dos hermanos Ceja han logrado una variedad de vino que no es muy de alcanzar, ya que con el mestizaje que lograron, hablando vitivinícolamente, consiguieron la admiración y respeto de sus colegas; es que el mezclar las varietales Pinot Noir con Syrah, no es algo que se haga todos los días. Pero la sapiencia, y paciencia de los Ceja, ha rendido frutos en esa deliciosa botella, que lleva por nombre Sonoma Coast, un Sauvignon Blanc, que contiene excelsos aromas de guayaba y piña. Lo que lo ha convertido en la punta de lanza, un hecho que va a aumentar una producción que se mantiene entre 8 mil a 10 mil cajas, a un potencial de 20 mil, que todavía parece una cantidad que no compite con la de otras bodegas, en ventas y número de botellas, pero si en calidad.

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