Guía Sibaris

Hay implementos que son más que complementos, así como la gastronomía es una de las esencias de la cultura de cualquier sociedad, hay que reconocer a muchos instrumentos que hacen más cómoda la práctica culinaria. Entre estos encontramos al cubierto y la vajilla, de ellos hay cientos de estilos y materiales, y en la orfebrería nacional hay excelentes ejemplos de estos aditamentos gastronómicos, la lista es larga, ya que cada estado expone el talento, yendo de municipio a pueblo y por eso es extenso el catálogo de ejemplos artesanales.

En Puebla, que es nuestra casa (y la de todos quienes nos visitan), tiene una de esas muestras típicas y tradicionales, de esas que han traspasado fronteras y no solo las del interior, también han viajado a otras naciones. Puede ser un tema más que comentado, pero no por eso debemos dejar de mencionarlo. ¿Por qué? Porque así seguimos con la difusión y apoyo de nuestros artesanos, de los productos que, orgullosamente se hacen en la localidad; ese es el caso de la Talavera, exponente del talento, imaginación y gran ingenio de las manos poblanas. Tan así ha sido su prestigio, que no solo tiene presencia en diferentes museos de la capital del estado, la hay en la Ciudad de México y otros sitios de la República y en países como Estados Unidos.

Ese prestigio y calidad se le ha dado protección y tiene algunos años que alcanzo la distinción de Denominación de Origen, dándole un mérito más a los orfebres poblanos. Todo esto es digno de admirarse, más cuando posees un juego o vajilla de este hermoso material. Es en su colorido que le da un majestuoso realce a los platillos dela cocina poblana y nacional en general; revistiendo los ingredientes que se han montado en su superficie. Los platos y platones que visten a la mesa, son adornos que por sí solo sobresalen, estando admirados ante los bellos colores con los que han sido elaborados. Podemos observar la base de tono blanco, combinado con el azul cobalto que predominan entre los objetos hechos; hay otras tonalidades que destacan y con esa gama, le dan la autenticidad poblana.

Siglos tiene la Talavera, años que han tenido sus bajas y altas entre los coleccionistas y consumidores; quizás en algunas ocasiones se cae en un costumbrismo y hace parecer que no percibimos la presencia de la misma, en algunos restaurantes o centros de consumo, que la tienen como emblema de su establecimiento y concepto; ya que no sólo es un adorno, es una pieza de uso común, pero sin perder su clase y señorío de cerámica. Recuerden que hay muchas fábricas famosas en la ciudad, donde se pueden adquirir los juegos de platos y vajilla en general, en esas grandes factorías, se tiene el goce de dar un recorrido por las instalaciones y el interior, habitaciones llenas de historia y mucha enseñanza artesanal. En éstas se observan magníficos ejemplares de los platos, los hay de todos los tamaños y colores, cada uno tiene una utilización propia, ya sea para la sopa, el plato fuerte, el té o café; en otras maneras, también puede ser un hermoso adorno. Como sea que la utilicen, es muy gratificante tener ese pedazo de arte e historia de nuestra tierra.

Descubre la arcilla poblana, Degusta con sus extensiones y Comparte la comida montada.