Guía Sibaris

Ensenada tiene años que se ha vuelto una referencia gastronómica y es una de las puntas de lanza que hicieron de Baja California un corredor muy visitado, ya que a ésta ciudad se sumó Valle de Guadalupe, Tijuana y en cierta medida otras localidades que han ido aportando sus mejores platillos. Todo esto ha hecho que la carta que muestran esas cocinas sea muy eclética y tenga diferentes nacionalidades, provenientes de Oriente, del Mediterráneo o los Estados Unidos; y uno de los restaurantes que se ha beneficiado de los mejores representantes de cada mesa; y que a la vez ha aportado sus propias creaciones y ha hecho sus propias interpretaciones es el de Benito Molina y quien no sepa el nombre de su loca, es que vive en una cueva, hablamos del Manzanilla.

Benito Molina y su esposa Solange Muris son dos trotamundos que pudieron quedarse por otras latitudes y colgarse de la corriente que tenían tan a la mano; pero ambos no son personas que les guste la comodidad, al contrario, son perseverantes y han llevado esa química que tienen desde que se conocieron a una propuesta que se extendió hacia otros colegas, estudiantes e improvisados de la cocina.

Manzanilla es la imagen viva de cómo se alimenta el noroeste mexicano, con lo que se extrae del mar, de lo que se siembra y se cría; hay espacio para todas las tendencias, puedes tener vegetariano, vegano, carnívoro o una combinación de todas ellas. Cosa aparte es decir de las características tan propias de las que goza la ubicación. Frio y calor hace que surjan cultivos, no solo de tierra sino también del agua, en lo segundo podemos afirmar que los mejillones son de altísima calidad, que da pie a que se sugieran unos ostiones a las brasas y estos representan parte de las entradas que se pueden paladear en la casa de Molina y Muris.

Así como los mariscos son frescos, también los vegetales son de temporada, porque no les gusta importar de otros lares; no por comportamiento egoísta, sino por la simple razón de estar enterados de las propiedades minerales, de las sustancias organolépticas de cada ingrediente que aparecen el menú. Haciendo de las degustaciones, todo un paseo marítimo salpicado de tintes rojos y verdes; Benito y Solange han credo un maridaje ideal, entre lo que hay en el mar y lo que surge de los terrenos pedregosos de una Baja que ya no envidia a los otros centros culinarios de la República.

Por cierto y para que no se nos olvide, Manzanilla está a la mitad de los 50 Best Restaurants Latin América, un logro que no perderá y posiblemente este año avance en el listado de los mejores.

Descubre al bigotón original, Degusta con sus florituras y Comparte sus ingenios culinarios y verbales.