Guía Sibaris

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Marcas de vino con nombres estrafalarios.

Categoría: Sibaris Wine Foodie Sibaris Fecha: hace 4 años 14,701

Tanto el diseño de una etiqueta como el nombre del vino, además de la forma del envase son parte importante de la estrategia de marketing de una bodega. De hecho, todo producto ha de tener un nombre, un diseño, una referencia, un distintivo por el que se le conozca y lo haga singular.

Por ello, algunos diseños actuales de etiquetas rompen todos los esquemas clásicos, con colores llamativos e incluso estrafalarios, con tipos de letra estrambóticos, y con nombres del vino divertidos, curiosos y caprichosos que se balancean entre los más pícaros y eróticos, raros y pintorescos, incluso grotescos y algunos con cierto punto irreverente, pero con mensajes e historias que, en algunas ocasiones, tienen mucho que ver con la filosofía de la bodega o el contenido de la botella.

Este movimiento no es exclusivo de un solo país en partícular. Por ejemplo, en otros territorios con una solera vitivinícola importante como Francia, afloran etiquetas tan grotescas como Frog’s Piss (pipí de rana), Vin de Merde (vino de mierda), Old Fart’s Wife (pedo de esposa vieja), Blasted Church (maldita iglesia) o el  Elephant on a tightrope (elefante en la cuerda de tender). También en Australia encontramos etiquetas insolentes, como la del tinto Bitch (puta) o la Fat Bastard (gordo bastardo). Y en California descubrimos algunos más suaves como el Mad Housewife (ama de casa loca) o el Cleavage Creek (escote profundo).

Es por eso que nos enfocamos a unos vinos ibéricos, ya que son más fáciles de identificar por el idioma compartido y de verdad son unas joyas en sus títulos y la manera curiosa de como fueron bautizados. Historias varias, los motivos también.

Qué Bonito Cacareaba

Es un blanco de Rioja que al principio comenzó llamándose el “Contador de Gallo Canta”, donde Gallo Canta es una viña que Benjamín Romeo tiene cerca de la Bodega Contador, Cuando empezó a comercializarse en Estados Unidos, la bodega americana Bodegas Galo mandó una carta a Benjamín en la que le “invitaba” a cambiar el nombre o a verse en los juzgados. En ese momento pensó, “como el gallo ya no puede cantar… qué bonito cacareaba”.

Gallinas y Focas

Es un vino con un alto contenido social fruto de la colaboración de Amadip Esment y la bodega 4 Kilos Vinícola en VT Mallorca. Amadip Esment es una organización para que personas con discapacidad intelectual y sus familias disfruten, mejoren su calidad de vida y dispongan de las mismas oportunidades que todos los ciudadanos. Sus miembros participan activamente en todo el proceso de creación del vino siendo los principales protagonistas de este proyecto. Cuando se les preguntó por qué habían escogido dicho nombre su respuesta fue clara: las gallinas son divertidas y las focas aplauden. Al mismo tiempo se les pidió que realizaran dibujos de gallinas y focas que posteriormente servirían para ilustrar la etiqueta del vino.

El Marciano

Es el vino del inquieto Alfredo Maestro en la Sierra de Gredos, a 1.150 m de altitud, donde existe una zona en la que se consideran frecuentes las apariciones y avistamientos de extraterrestres y ovnis. Esta “creencia popular” da lugar al diseño de esta etiqueta que ilustra a dos marcianos ayudando en las tareas de arado al propio viticultor que llega de madrugada para preguntarles ¿qué hacéis arando mi viña?”.

Xitxarel·lo

Xitxarel·lo es una expresión catalana que se traduce como “aprendiz de hombre”. Es decir, un joven de primera volada. Por eso su nombre hace honor a este vino blanco joven elaborado 100% con la variedad xarel·lo de la región del Penedès. El término luce en primer plano junto a otros setenta insultos catalanes serigrafiados en la botella. Todos hacen alusión a los reniegos y la mala leche de los payeses (campasinos en catalán) en el campo y en la viña.

Cojón de Gato

Lo elabora Lamarca Wines en el Somontano y su nombre hace referencia a una uva local que interviene en el vino, junto a la merlot y la syrah. También elabora otros vinos con nombres divertidos, como el Teta de Vaca, nombre antiguo de una variedad de Aragón, o el María de la O, entre otros. De ellos no podemos más que darle el crédito implicíto de rescatar la historia de sus varietales, que puede pasar por una mera curiosidad, pero tienen sus visos antropológicos.

Este es un pequeño universo de la gran variedad de nombres que se pueden hallar, como en nuestro propio país, donde hay una bodega que ha dado apelativos referentes a astronómos o cúmulo de estrellas.

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