Guía Sibaris

Las cervezas no son tan simples como parecen o creemos, más las que son de hechura artesanal; todas ellas nacen bajo la dotada imaginación de maestros cerveceros que exploran y explotan cualquiera de los estilos que existen con un considerable número de ingredientes. Esa unión provoca que encierre increíbles características organolépticas esperando a que sean descubiertas por aficionados y expertos a la cerveza.

Por eso nos da un enorme gusto presentar en este artículo un maridaje que está muy en boga y causa un exquisito placer para dos determinados grupos de personas, amantes de la gastronomía y los cigarros: cerveza con puros – habanos.

Son varios los tipos de cerveza que ensamblan con los habanos, pero en particular, la Chocolate Stout es la que más prefieren los fumadores. Eso no deja atrás a las Lager Doradas o las Tropical IPA, ambas tienen peculiaridades que se llevan muy bien con las hojas de estos deliciosos artefactos. Y como en cualquier maridaje, tanto la cerveza como el puro deben acompañarse de acuerdo a sus ingredientes.

Para tener la cata perfecta hay que tener en cuenta la intensidad y sabor de cada uno de los objetos involucrados; hay que saber equilibrar lo denso con lo fresco y viceversa. Tener en consideración los procesos de fabricación para no potencializar el ahumado, todo lo contrario, el sentido común nos dicta que busquemos el balance de conjugación y en esto, no se puede olvidar el tercer factor a considerar, la comida.

Obviamente, el disfrute de un buen puro es después de haber ingerido la comida, para paladearlo con la cerveza, pero recuerden que los retrogustos de los platillos antes probados todavía están allí, con ciertas reminiscencias que pueden influir en el proceso de degustación entre la cebada y el tabaco.

Para dar un ejemplo regresemos a la cerveza Chocolate Stout, la cual se puede catar o maridar con un puro de intensidad media a fuerte, ya que esto hace que el amargor de la cerveza se sienta muy ligera. A su vez, deja mucha cremosidad en el paladar, sin perder el sabor, combinando perfectamente en los sentidos más sensibles como son el gusto y el olfato.

Más que nada porque la cerveza ayuda a suavizar la dureza del habano y su combustión; para ello es necesario seguir el siguiente ritual: fuma el puro, después da un trago a la cerveza para que le des un descanso a tú paladar de los sabores intensos que te puede dejar el tabaco.

Ya teniendo en mente lo anterior, sólo falta que te atrevas a hacer tus propias mezclas, sin dejar de considerar lo escrito líneas arriba.

¡Buen provecho!

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