Guía Sibaris

Ya hemos dicho muchas veces que el vino está hecho por una gran variedad de uvas, especies nuevas surgen que son transformados en pequeños lotes exclusivos, a veces con éxito, otras no. Hay frutos que parecían extintos y son reencontrados, cuidados, mimados y vueltos líquidos para placer de unos cuantos elegidos. Sea como sea, el vino perdura en el gusto de muchos millones de humanos, aunque pase por rachas negativas o discretas en su consumo, pero saca fuerzas de esa flaqueza y regresa por sus fueros.

Así, con ese ánimo hay una nueva tendencia de consumo que ha iniciado en algunos países líderes en producción y ventas como la Argentina, España o Estados Unidos: La “Refrescancia”.

Esta acción no es otra que buscar y consumir vinos blancos, rosados, espumantes y dulces que son más frescos que los convencionales. Además, como está pasando en otro tipo de bebidas, su popularidad y arenga es por su baja graduación alcohólica, añadiendo lo que para algunos tradicionalistas puede parecer un pecado, la posibilidad de hacerlos más ligeros agregando soda, hielo o haciendo mezclas muy personales para lograr esa consistencia de frescura.

Pero no crean que es una moda que tenga unos cuantos años, pero ya lleva sus dos décadas, pero hay que dejar algo claro, son los jóvenes, aquellos considerados como milenials o centenials quienes vienen transformando parte de esta industria. Ellos, han sido factor para está industria, en ese segmento, algo que las estadísticas así lo indican: en el 2000 la venta de los rosados e incremento un 17 %; mientras que los espumantes, en el período del 2002 al 2021 tuvieron un aumento del ¡65 %!

Es por eso que esas cifras, así como señales en las costumbres de los chicos no pasan desapercibidos para las bodegas de vinos y sus agencias de publicidad, entre los dos están iniciando el diseño de etiquetas para sus botellas con otro enfoque, más juveniles. En la cuestión vinícola, los productores ya están apostando por elaborar líquidos con menor graduación alcohólica y cambiando la forma de empaque tradicional – el de las botellas – a latas para acoplarse a los gustos de estas nuevas generaciones.

Está “Refrescancia” no parece que vaya a quedar como un mero momento anecdótico, al contrario, como ya habíamos advertido, otras bebidas como los destilados o cervezas, están entrando en esa vorágine que antes conocíamos como “light”; y no solo es en esa cuestión cultural, también un fundamento que parecía sagrado, al menos para los publicistas, como “el sexo vende” ya va a la baja, al menos eso lo están demostrando las encuestas que están aplicando en las universidades norteamericanas. Así, al tiempo.

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