Guía Sibaris

Bangkok es una ciudad luminosa, bulliciosa y efervescente, lo que logra un caldo de cultivo para que el talento culinario salga de todo ese crisol de personalidades y talento. La capital de Tailandia ha dado muchos restaurantes famosos y poderosos, logrando escalar las listas de los premios más reconocidos del medio, ya sea de manera nacional o internacional. Entre todas esas marcas hay una extraordinaria chef que ha logrado ganarse el respeto y admiración de colegas; y miren que ha sido una cocinara que puede considerarse como una enfant terrible.

Dicha joven chef es Pichaya ‘Pam’ Soontornyanakij, la mente maestra detrás de Potong, quien a sus 34 años ya posee una Estrella Michelin y para 2024 se le ha dado la distinción de la Mejor Chef de Asia. Con estos galardones podemos apreciar que se pone a la cabeza de un contingente de chefs jóvenes que la están rompiendo en su país y con ello, ser un faro luminoso ejemplar para el continente asiático.

Su imaginación e ingenio le han hecho reinventar y rediseñar recetas tradicionales tailandesas que, en lugar de alarmar a sus connacionales, éstos se conmueven y sorprenden con la interpretación que puede parecer audaz pero respetuosa de sus técnicas y tradiciones culinarias. Pero esas maniobras en la cocina no son del todo espontáneas ya que, como todo buen cocinero, debió de tomar estudios formales para poder lograr un alto estándar que sobresaliera por encima de muchos de su generación.

Le Cordon Bleu Dusit fue en donde todo dio inicio, pero nada de eso sería posible sin el gran respaldo de su madre, quien le dio los arrestos suficientes para seguir el camino de las recetas e investigación gastronómica. Con ese empuje, Pichaya decidió, al graduarse, salir de su zona de confort familiar y territorial, y tomo el riesgo de irse a otro país, con todos los cambios culturales que conlleva. ¿Su destino? New York.

Esta decisión fue lo mejor que le podía haber pasado hasta ese momento. Estudió en la CIA – Culinary Intitute of America y mejor aún, realizar un internado en el Jean – Georges, un centro de Tres Estrellas Michelin. Lo reconoce con estas palabras: “Si me gradué de Le Cordon Bleu en Tailandia y si decidía quedarme en mí país, y comenzar mi carera de inmediato, no creo que realmente hubiera podido ampliar mi visión para ver otros mundos u otras culturas”.

Claro que eso no garantizaba una adaptación cómoda en el extranjero, pero supo acomodarse y hacerse de algunas de esas prácticas operativas y administrativas para poder aplicarlas en su futuro restaurante. Se volvió más disciplinada y más fuerte como persona, aprendiendo que no debía tomarse todo personalmente.

Su paso y entendimiento del rol de las mujeres dentro de la industria, le proporcionó un enfoque más feminista y ahora se concentra en abrir el campo de juego para las mujeres jóvenes en la gastronomía, retribuyéndolas, ofreciendo su espacio y tiempo a estas cocineras en ciernes.

Y nos falta agregar que otro de sus blasones es el premio a la Apertura del Año de Michelin Tailandia, lo que nos trae a la mente la palabra impresionante.

¡Enhorabuena chef Pichaya!

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