Guía Sibaris

Para ir rápido meollo del asunto, podemos decir que los taninos son un grupo de compuestos naturales de sabor amargo que se encuentran en muchas hojas, semillas, tallos, madera, corteza y fruta. De hecho, hasta el 50% del peso seco de las hojas es tanino puro. Técnicamente hablando, Consisten en oxígeno, hidrógeno y átomos de carbono, son moléculas que pertenecen a los polifenoles.

Como ya se puede deducir, estos elementos se hallan en diferentes frutas y verduras tal como: uvas, granadas, almendras, nueces o frijoles rojos. Igualmente los podemos encontrar en té, el café y las cortezas de los árboles.

Funcionan como una línea de defensa natural de dos maneras: En primer lugar, ayudan a mantener la planta saludable protegiéndola contra los gérmenes. Y segundo, sus sabores reducen el apetito de los animales herbívoros y les impiden consumir la planta.

En los vinos, los taninos pueden definirse como un descriptor importante para la cata de vinos, en los sentidos de sequedad, amargor y astringencia de los mismos. Van más asociados con los caldos tintos, especialmente los rojos de cuerpo entero, lo que los hace opuestos al dulzor de muchos blancos.

Tener taninos dentro de un vino no lo hace bueno o malo, más bien es parte del proceso de esos vinos que si los necesiten, y más importante, como se utilizan en la elaboración de ellos. Pero no podemos menospreciarlos, ya que extraordinarias etiquetas, que son más grandes, complejas e impresionantes se convirtieron así por el hábil manejo de los expertos que los diseñan.

Obviamente, hay sus excepciones a la regla, que pueden hacer de un vino tánico en uno desagradable. Otros, que cuentan con taninos más altos, son de un sabor adquirido y como no son dulces o afrutados, pueden catalogarse con una mala reputación. Un mal uso de los taninos puede hacer que un buen vino, sea plano y unidimensional. Afortunadamente, servir el vino a través de los aireadores, decantadores o escanciadores de vino puede ayudar a suavizarlos si es necesario.

Para no entrar en más complejidades, dejamos, por el momento, este tema y que ustedes puedan disfrutar el vino adecuado a su paladar, con o sin taninos.

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