Guía Sibaris

En el cono sur, y más en Argentina, una potencia en la fabricación de vinos, no dejan de ponerse al día en los gustos del público consumidor de bebidas alcohólicas, sobre todo en el sector joven, donde han detectado un potencial sin aprovechar al máximo.

La visión se las dio el mercado de las cervezas artesanales, en específico, con los growlers de las mismas. Pero antes de que sigamos con la grandiosa idea del relleno de las botellas de vino, empecemos a comprender y explicar que es el growler.

Growler. Foto de Infocampo.

Los mencionados no son otra cosa que recipientes hechos de vidrio que sirven para transportar la cerveza que se sire directamente de un barril en un pub o cervecería, así te la llevas a donde quieras y la bebes sin ningún inconveniente. Eso sí, no lo hagan en la calle porque pueden tener problemillas con la autoridad competente.

Eso lo detectaron los integrantes del Instituto Nacional de Vitivinicultura, y en adelante, en caso de ser necesario nombrarlo, nos referiremos a ellos como el INV. Es así como se dieron cuenta que estaban desaprovechando la venta y consumo de otros productos. Por lo tanto, decidieron adoptar la utilización de los growlers, envases que pueden fabricarse de vidrio y cerámica, lo que potencializa el atractivo visual y comercial, así el cliente puede acercarse a un local y reponer la bebida a un costo menor y con mayor sustentabilidad.

Para todo eso, el sistema de venta es de los más sencillo. Primero, quienes quieran integrarse, deben cumplir una serie de requisitos para poder involucrarse. La estructura es similar o igual a la que se conoce como vino tirado, donde la bebida llega directamente desde envases de acero inoxidable por un sistema de canillas (esto no es más que una llave de paso). De esta manera, esos envases que antes eran usados exclusivamente con cerveza, ahora podrán rellenarse con los vinos que las bodegas pongan a disposición del público.

A esto hay que añadirle que el consumidor tiene la opción de comprar un envase nuevo o rellenar la misma botella las veces que quiera, dependiendo de la disponibilidad.

Los mencionados requisitos no son más que incorporar el concepto de las ‘3 R’ – Reutilizar, Reciclar y Reducir -, con ello, cada bodega que decida sumarse al programa, además de contar con los tanques certificados que cumplan todas las condiciones sanitarias, deberá estar inscripto y habilitado por el INV. Para poder brindar el servicio, deberán tener habilitado un sistema de vasijas fijas o vasijas móviles destinadas a depositar exclusivamente los productos que quiera comercializar con la modalidad conocida como: “take away” o en “forma directa”.

Para finalizar, los productos deberán tener el análisis de libre circulación otorgado por el INV y un rótulo con información básica. Por último, deberán tener los growlers a disposición del cliente, así los consumidores podrán adquirirlos por primera vez y así disfrutar del producto en el local, en su casa, la bodega o donde ellos prefieran.

Esta es una estupenda idea que bien pueden establecer en las bodegas y bares especializados de vinos en nuestro país. Al menos eso es lo que pensamos.

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Nota importante. Las imágenes que aquí se muestran son sólo de uso informativo e ilustrativo. Todas tienen su respectivo copyright. La portada es de iStock y la segunda del artículo es de Alibaba.