Guía Sibaris

Como todavía tenemos los remansos de la celebración de la Semana Santa, traemos esta curiosidad gastronómica, creación religiosa hecha y derecha con la anuencia y postura oficial de la Iglesia Católica Romana y Apostólica. Y es que entre los ritos litúrgicos que tiene esta institución gnóstica, conlleva que se hagan oraciones y se fijen ciertos lineamientos para muchos objetos y costumbres de los seres humanos que practican esta religión.

Es así como nace la oración para la cerveza, la cual fue institucionalizada en el año 1614 por el Papa Paulo V, quien bajo el libro Rituale Romanum y en el capítulo VIII se habla de la designación de bendiciones a ciertas cosas de uso común, como al pan, la sal, aceite, medicina y claro está, la cerveza. El escrito que está en Latin reza de la siguiente manera y la ponemos en español para más rápida comprensión:

Bendice, Señor, esta cerveza criatura, que te has dignado a producir con el mejor grano: que sea un remedio saludable para la raza humana y concede por la invocación de tu Santo Nombre que quien beba de ella pueda obtener la salud del cuerpo y la paz del alma. Por Cristo, nuestro Señor.
R. AMÉN

Pero no es el único caso que se maneja de este tipo, también en el Talmud hay una referencia, en uno de sus libros hay una explicación de cómo se da una bendición con cerveza a una situación en especial y por error se hace con una copa de vino, al final la persona o Rabí que encabezaba la ceremonia corrigió sin darse cuenta y termino haciendo la bendición del vino. Con esto nos damos cuenta que la cerveza tiene un respeto, por parte de líderes religiosos y sus doctrinas, ya que se le ha considerado un líquido sagrado tanto para el cuerpo como el alma.

Para terminar de redondear esta información, también en la Iglesia Católica hay un santo patrono para la cerveza, el cual es de origen austriaco. Su fiesta es el 18 de julio, y es un santo que también se le venera en la Iglesia Ortodoxa, y su historia es bastante curiosa y digna de contar en otro artículo, les dejamos el nombre para empezar, San Arnulfo de Metz.

Así que recemos con y para la bebida espirituosa, la amarga que nos da muchos momentos de felicidad, pero hay que ser moderados en su consumo y  no tener un percance pecaminoso.

Degusta con la malta, Degusta con el lúpulo y Comparte las bendiciones entre mi familia.