Guía Sibaris

Sibaris no se ha considerado, ni ha tenido gran injerencia con las políticas públicas o de las que suceden en otros países; ha habido contadas excepciones, como el tema de Monsanto y los transgénicos en general, pero de ahí a que hablemos de un tema político en particular, no somos dados a eso. Pero hay ocasiones en que no podemos quedar impasibles, y más cuando toca las cuestiones que nos apasionan y le dedicamos nuestro trabajo profesional, incluyendo la personal. ¿Hacia dónde vamos? Sencillamente a lo que ocurrió en Paris, lo que hay de fondo con las materias económicas, expansionistas, ideológicas y religiosas, no es algo que nos atañe directamente, hablando de manera laboral, pero el hecho de que se hayan atacado establecimientos o giros de negocios, que tienen que ver con la gastronomía, da tela de donde cortar.

Ya que en nuestro país hemos vivido una violencia parecida, quizás no con los tintes de pensamiento que se dieron en el otro lado del Atlántico, pero que también ha habido ataques con armas de fuego en restaurantes y bares de distintos estados de la República, si debemos decir que son hecho reprobables y lamentables. Porque consideramos que este tipo de lugares son para el disfrute de un buen rato gastronómico, de distracción y de simple convivencia. Pedir desde esta humilde trinchera que no ataquen o lastimen a quienes gustan de asistir a este tipo de sitios, puede parecer pueril, incluso inútil; pero lo es más si  no emites una opinión y/o condolencia al personal que labora en esos centros gourmets, a los chefs que abrieron un espacio dedicado solo al comer, ni que decir a quienes cayeron en ese absurdo día, solo por el hecho de que querían una buena cena y una copa para distraerse de sus rutinas diarias.

Adentrarnos a los motivos de esos atentados, no es parte de nuestro ejercicio diario, hay expertos en los temas de política internacional y que pueden emitir un punto de vista más completo que el de nosotros; pero lo que si podemos decir es que no se debe temer el ir a un restaurante, la vida sigue, suena trillado, pero así es. Dediquemos horas al nutrirnos y aprender más de éste mundo de la cocina, que es maravilloso y muy educador, ya que el simple hecho de comer todos los días, nos proporciona energía para poder realizar otras actividades lúdicas o no, para poder contribuir a mejor desarrollo como sociedad y ser humano.

Mandamos un sencillo saludo y abrazo a la gran comunidad de chefs que hay en la capital francesa, uno de los epicentros más importantes de la gastronomía mundial, lleno de vivacidad culinaria, de aportes e influencias en el recetario del planeta. Una gran condolencia a las víctimas en general, pero resaltamos de manera especial a los profesionales que trabajaban en los restaurantes Le Comptoir Voltaire, La Casa Nostra y Le Petit Cambodge, lo mismo para los bares de la Belle Équipe y Le Carrillon. Y también  para todos aquellos gastrónomos que han tenido un incidente similar a lo que sucedió ese viernes 13. Hay que seguir cocinando, innovando, buscando nuevos caminos para tener una mejor alimentación, degustando con las diferentes bebidas que existen y con ellas, crear nuevos cocteles que puedan endulzar y dar un momento de descanso a la mente y memoria, relajando los músculos y seguir con lo bello de esta actividad, la necesaria gastronomía.

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