Guía Sibaris

El Oporto es el favorito de muchos, sus componentes lo han hecho una bebida que acompaña bien cualquier momento festivo o de descanso. Pero para llegar al líquido como ahora lo conocemos, se tuvieron que pasar muchos años, ideas y esfuerzo para fortificarlo tal como es hoy.

Para conocer bien sus raíces, debemos desplazarnos hasta esa península que funge como la puerta de entrada occidental a Europa. De ahí nos tenemos que detener en el valle del Duero y hacer volar la máquina del tiempo al período que comprende los siglos III y IV. Es ese terruño y época en que se inician las cosechas de la uva que dará origen a esta industria boyante de Portugal.

Siendo honestos, tuvieron que pasar muchos siglos para que esta dulzura fuera reconocida más allá de sus fronteras y eso se le debe a la isla que tienen cerca de ahí: la Gran Bretaña. Fueron los ingleses que se dieron cuenta de lo delicioso que es el Oporto, y, aunque quisieron replicar el cultivo, del vino en general, no pudieron con el siempre tormentoso clima que les aqueja. Es pertinente aclarar que estamos hablando del siglo XVII, sin embargo, eso no quiere decir que su clima ha cambiado mucho que digamos.

A lo anterior hay que añadir que el principal surtidor de vino de Inglaterra, por esos tiempos, era Francia, pero como ya deben de saber, la relación entre estas potencias no ha sido muy amable en los últimos 1500 años. Gobierno y comerciantes británicos decidieron impedir la entrada de productos galos y al necesitar recargar sus bodegas, dirigieron sus ojos a la cercana y nada hostil, con ellos, Portugal.

Cabe aclarar, que, en esos momentos, sólo era vino, así tal cual, el que se importaba. Pero no contaban con la inclemencia de las aguas del Atlántico, éstas hacían que se perdieran muchos cargamentos y en otras ocasiones, esos vaivenes marinos resultaban perjudiciales para la calidad del vino. Es aquí donde entra el ingenio humano, algunos de esos mercaderes ingleses tuvieron la genialidad de añadir brandy neutro a esos barriles de vino para mantener la calidad del producto y como que, no queriendo la cosa, nace el Oporto.

En los años siguientes, se estableció una división del trabajo para producir Porto. Mientras que los portugueses cultivaban las uvas en el valle del Duoro, los británicos producían y envejecían el vino en la ciudad costera de Oporto. El nombre de la ciudad también es el origen del nombre del vino, “Porto”.

Desde ese momento se estableció una de las mejores zonas para la viticultura, teniendo, como en otras partes del globo, sus altibajos, principalmente causados por plagas casi letales de insectos. Afortunadamente ya no hay problema con este tipo de manifestaciones naturales y el Oporto sigue produciéndose de manera normal.

Pero a todo esto ¿qué tipo de uvas nutren al mismo? Tienen que saber que las bodegas portuguesas tienen una gran variedad de especímenes a su disposición, entre 50 a 80 varietales distintas, y entre ellas hay varias que son endémicas de Portugal.

Las variedades más comunes para la producción de vino de Oporto son Touriga Nacional, Touriga Franca, Tinta Barroca y Tinta Roriz. Todas ellas son pequeñas uvas rojas con pieles gruesas que pueden soportar el clima cálido y árido del valle del Duoro. Pero todos tienen sabores únicos. Además, las uvas blancas como Sercial, Malvasia Fina o Verdelho  también se utilizan para producir vino de Oporto.

Finalizando este tema, que tiene más que contar, pero no queremos aburrirlos, debemos mencionar que hay una legislación estricta con respecto al envejecimiento del oporto. Según la legislación vitivinícola portuguesa, el proceso de envejecimiento del vino de Oporto dura al menos dos años. Pero incluso después de este tiempo, los enólogos solo pueden vender el 30 % de su añada.

En otras palabras, el gobierno les obliga a envejecer al menos el 70 % de su vino durante más tiempo. Para esta crianza prolongada, algunos vinos se transfieren a botellas, mientras que otros permanecen en barricas de roble.

Leyes y estudios que las avalan y son necesarias para tener productos de calidad mundial, esperemos que en México se regule de mejor manera el vino y llevemos a este sector industrial a un mejor nivel, obviamente, que involucre a todas las manos y mentes que se esfuerzan el día a día.

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