Guía Sibaris

Uno de los tantos chefs que hay en la zona de New York, pero que ha ido destacando a base de lucha y dedicación (como la gran mayoría, pero algunos sobresalen más que otros), podemos decir de él que no es un improvisado, ha recorrido la legua, tanto en México como en la Unión Americana, ha desarrollado la cocina mexicana y todo lo que ello implica, con sus altibajos, inicios, finales, tropiezos pero sin tirar la toalla. Simplificando cada decisión en un solo objetivo, seguir con el gusto de la gastronomía nacional.

Es grande su pasión, que no le urgen las tan cacaraqueadas Estrellas Michelin o estar en la lista de 50 Best Restaurants, de por sí, en su notable carrera ya ha conseguido sendos reconocimientos por lo que ha hecho como chef y por consiguiente como un exitoso autor de libros. Food & Wine lo alabo por su edición  de “Tacos, Tortas y Tamales (declarándolo como uno de los mejores del 2012), el New York Times destaco su libro “Verdaderamente Mexicana” como uno de los más influyentes del 2011 (en cuanto al aspecto culinario); también tiene nominaciones por “Nueva Tabla Mexicana de Rosa” y una de esas nominaciones es un distinguido premio James Beard.

Pero como muchos de ellos (los Chefs) nombran, y le dedican todo su cariño, que el mayor mérito  es el haber creado a La Fonda y la Botanería, sus dos restaurantes que llevan un rato provocando expectativa entre los comensales de la Gran Manzana. Sus representantes en la mesa de los mismos, son de ingredientes totalmente mexicanos, puesto de eso se trata, imponer (dicho de buena manera) los mejores platos de cada región de todo nuestro país.

Ambos centros culinarios están ambientados con todo lo típico que hay en México, desde los tradicionales manteles y adornos que tienen que ver con épocas contemporáneas, por lo tanto no es de sorprender ver mascaras del Santo o de Blue Demon. Obviamente el aspecto de las bebidas son de acuerdo con los platillos, ya corren por los vasos, el tequila o el mezcal, sin olvidar las refrescantes como las horchatas o Jamaica.

A Roberto nada se le ha regalado, todas sus actividades y sus involucramientos en otros lugares lo han ido llenando de experiencias, de sabiduría gastronómica y ha sido de forma recíproca, porque ha dejado enseñanzas en cada establecimiento donde estuvo. Y con esto también comprobamos que el talento del mexicano está en muchas naciones, poniendo el nombre de nuestro país muy en alto, pero a la vez, es grande el compromiso para las nuevas generaciones que quieren competir en esta hermosa profesión, pero no tenemos dudas que tienen la capacidad para dar el ancho que se requiere; como lo ha hecho el Chef Santibáñez.

Descubre al paisano, Degusta con las calles de New York y Comparte las esencias de sus restaurantes.