Guía Sibaris

En un sencillo reconocimiento, le damos su pequeño espacio a una larga trayectoria a un personaje que ha estado desde hace décadas inmiscuido en las labores de la cocina, y no es un chef, es el lado opuesto de la mesa. Es alguien que ha hecho de su profesión toda una investigación de campo, yendo del tingo al tango, probando de todo (literal, pero lógicamente refiriéndonos a la comida) y fundando varios proyectos que van relacionados con lo que sucede en las cocinas y mesas de México. Rubén Hernández es su nombre y es un egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, o sea que es un puma, no sé si de corazón o no, porque no puedo suponer que le guste el futbol; pero de que lleva su alma mater en su curriculum, eso no se puede negar.

En una presentación personal, utilizando sus propios argumentos, se muestra como un trota medios, haciendo sus diferentes experiencias y pininos en diferentes periódicos impresos, revistas y medios electrónicos, lo que ha hecho con un grato esfuerzo, pero a la vez actualizándose en estas épocas, exigentes de saber utilizar las nuevas formas de lenguaje electrónico. Es un especializado en la gastronomía y Enoturismo, por nada se ha hecho cargo de su propia revista, Crónicas del Sabor y también está metido en la logística y organización de un evento gastronómico muy importante, como lo es el Morelia en Boca, y lo hace desde la mejor trinchera que pudo acomodarse, en la coordinación de prensa, o sea que “soporta” a sus colegas ávidos de noticias relevantes.

Su sapiencia lo ha hecho recibir premios como el que le otorgo el Gobierno canadiense y también ha sido elegido como jurado catador en la versión chilena del Concurso Mundial de Bruselas, por lo que nos habla de una persona que le gusta estudiar, degustar y conocer; y creo que no por mera cuestión profesional, supongo el famoso Umami lo lleva en la psique y eso lo hace que recorra las muestras tangibles de la gastronomía mundial.

Es grato hablar de las personas que más se dedican a la expansión de las noticias y recomendaciones culinarias, sin ser los propios chefs, teniendo un alto riesgo de confrontación con los mismos, por el hecho, de tener que elaborar esas críticas o notas (que no necesariamente deben de ser enconadas). Vaya pues desde nuestra humilde casa y opinión, un aplauso y reconocimiento para estos promotores de la gran cocina mexicana.

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