Guía Sibaris

Garçon Wines es una startup del Reino Unido que ha presentado un nuevo envase de vino que se puede introducir en un buzón de correos, se trata de una propuesta que tiene el objetivo de garantizar que los clientes que soliciten una botella de vino, la reciban en casa aunque no estén, pues recibirá el mismo tratamiento que una carta.

El novedoso envase está fabricado de plástico reciclable y su capacidad es de 750 mililitros, al ser plástico, es más difícil que se pueda romper, pero para asegurar que el envío llegue intacto, la botella está protegida en el interior de una caja diseñada para contenerla y protegerla.

La empresa se ha dedicada al envío de vinos a domicilio y es por ello que han inventado la botella plana. Mucho más fina, pero manteniendo la capacidad habitual. El diseño de la botella es el adecuado para el sistema postal, y cuando se espera una botella y no se está en casa para recogerla, se puede introducir en el buzón fácilmente y sin problemas. Otra ventaja que este joven emprendedor destaca de sus botellas, es la facilidad con la que se pueden almacenar ocupando menos espacio. 

Joe Revell, responsable de esta startup, se le ocurrió la idea al darse cuenta de que los pedidos de vino no se entregaban o simplemente se dejaban en la entrada. El emprendedor observó que existía un nicho de mercado por explotar, simplemente había que cambiar el envase para que los envíos de botellas de vino dejaran de ser un problema. 

Esta primera botella de vino plana, es elaborada con PET reciclado, la cual ha impactado a la industria del envase, por lo que recientemente fue galardonada con el  Premio Diamond Finalist Award, en la entrega de los 30th Awards de Packaging Innovation. De hecho, la campaña de promoción de esta botella de vino plana hace referencia a su facilidad de entrega: “¿No está en casa para recibirlo? ¡No hay problema! El vino puede dejarse directamente en su domicilio”.

Entusiasmado por esta innovación y su impacto en el mercado, Santiago Navarro, CEO y cofundador de Garcon Wines, señaló que esta invención solo es la punta del iceberg de la industria y que en un futuro próximo llegarán más envases innovadores. “Hemos asegurado la propiedad intelectual de las botellas de vino planas en 35 de los principales países productores de vino y tenemos planes para ingresar a los mercados clave de vinos y licores”, comentó.

Una botella de vino de vidrio con capacidad para 750 mililitros llega a pesar hasta 550 gramos en promedio, mientras que esta botella de la misma capacidad, elaborada con PET reciclado, tiene un peso de 60 gramos. El PET es significativamente más liviano que el vidrio y de gran resistencia para soportar el traslado del servicio postal o de  mensajería. 

Ojalá México pueda entrar a este mercado y también sirva para ayudar este sobrecargado planeta a desahogarlo de la contaminación plástica.

Descubre, Degusta & Comparte las botellas planas.