Guía Sibaris

Antes que empiecen a crucificarme, también soy de los que opina que nunca un vino en envase tetra pack es mejor que una clásica botella de cristal. Pero eso no quita que las marcas que les gusta manejar sus productos en cartón tienen cierta característica que les da ventaja sobre las otras.

¿Cuál es? Que el vino que trae una presentación de caja tiene mayor duración, y no es cuestión de unos cuantos días más, sino de semanas, seis para ser más exactos. No importa la presentación del caldo, sea blanco o tinto, dura ese lapso, mientras sus congéneres de cristal sólo aguantan una semana a lo más, después de eso se agria y empieza volverse un vinagre, caro (de acuerdo a la etiqueta que compres), pero vinagre al fin y al cabo.

De acuerdo a varios expertos consultados como Kate McManus de marketing Delicato Family Vineyards o Jess Brady de Pacific Hihgway Wine and Spirits. Los envases de caja protegen el líquido de sus acérrimos enemigos, la luz y el aire y lo hacen en un aparente sencillo proceso: el vino se almacena en bolsas selladas al vacío, la cuales se alojan dentro de los cartones y esto evita la oxidación.

Eso sí, como todo producto que se vende en ese estilo también cuenta con fechas de caducidad, y quizás para los que son amantes del medio ambiente, con las cajas hay mejor reciclaje ya que es material que ya fue usado con otra intención. Además se realiza, el reciclaje, con altos estándares de inspección para que no afecte al vino, y está la protección antes mencionada, quien “carga” a éste, es la bolsa.

Otra cuestión que los productores como Clos, Toro, Vin Up o Las Perdices, están mejorando la calidad de sus cajas para que estos preserven los vinos. Por ultimo podemos decir que otra ventaja es la relación cantidad precio, sin que esto signifique que por ser más barato tenga un sabor diferente y malo. Hay marcas que en su presentación de cristal cuesta (por citar un ejemplo) 200 pesos en envase de 750 ml., en caja y con una cantidad de litro valen 450 – 500 pesos; si sumamos hay un ahorro.

A los puristas no les puede gustar esto, pero es una tendencia que va en auge en países como Francia o Canadá, donde a esta corriente se le llama bag in box y por lo que se lee, va en serio el contener al vino de esta forma y más cuando los recursos se están agotando en el planeta y si no me creen, sólo busquen la nota, en la web, donde dice que al iniciar agosto, la Tierra ya tiene una deuda de los mismos.

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