Guía Sibaris

Reseñas de gastronomía, turismo y eventos

El Diners Club Lifetime Achievement es para México.

Categoría: Gastronomia Foodie Sibaris Fecha: hace 5 años 14,545

Juntos, han logrado que el restaurante Nicos sea algo único. Sin la necesidad de manteles blancos, trucos teatrales o técnicas innovadoras, han creado un restaurante que se celebra sin cesar en todo el mundo por hacer una cosa simple mejor que nadie: la cocina mexicana, ya que ésta se sirve como si estuvieras  en casa.

Inaugurado en 1957 por María Elena y su difunto esposo, Raymundo Vázquez, como la única cafetería de un barrio industrial en el norte de la Ciudad de México, el restaurante se convirtió rápidamente en un espacio para 25 personas, luego de 85, en un momento en que la cocina mexicana todavía no estaba en el radar global. Lo que se ha mantenido constante a lo largo de los diversos cambios en las escenas gastronómicas regionales e internacionales durante las últimas seis décadas, es el concepto fundador de Nicos para proporcionar un sabor real de la cultura mexicana a través de sus recetas de larga tradición.

Al aprender el oficio de su madre y su abuela, María Elena desarrolló por primera vez la oferta gastronómica de Nicos al estandarizar y registrar las recetas transmitidas por su familia. Casi 40 años después, en 1996, su cuarto hijo, Gerardo, dejó una carrera en arquitectura para seguir su pasión por la cocina y se convirtió en jefe de cocina de Nicos. Obtuvo una capacitación formal en el Instituto de Cultura Gastronómica, dirigido por otra institución de la cocina mexicana,  Alicia Gironella, en la Ciudad de México, e investigó ampliamente la cocina y los productos nacionales, obteniendo el título de "arqueólogo gastronómico".

La familia Lugo jugó un papel decisivo en la declaración de la cocina mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco en 2010; gracias a su conocimiento y experiencia, Gerardo fue invitado a cocinar como sous chef en una cena de gala en París para apoyar la candidatura de la cocina mexicana. Cuando finalmente se otorgó el título a la cocina mexicana, el chef fue invitado por la Unesco a preparar una cena especial para los funcionarios de su país en la ceremonia en Nairobi, Kenia.

Gerardo y María Elena han expandido su influencia en la Ciudad de México al abrir otros puntos de venta, desde La Nicolasa, una tienda de productos tradicionales y raros, frecuentada por muchos de los mejores chefs de la Ciudad de México;  Fonda Mayora, un espacio en Colonia Condesa  que sirve recetas tradicionales con un toque contemporáneo.

Gerardo es la mente maestra de Maizajo, un Molino y tortillería que se dedica a la preservación de las distintas clases de maíz y trabaja con ellas con el antiguo procedimiento de la nixtamalización, lo que le da más valor ya que evitan usar cualquier técnica que rompa con esa milenaria tradición.

 Votado en la lista de los 50 mejores restaurantes de América Latina en 2015, 2016 y 2017, Nicos se ubica entre los restaurantes más antiguos de la Ciudad de México y se ha convertido en un lugar turístico por derecho propio, así como un referente de calidad y autenticidad en la gastronomía mexicana.

Toda esa constancia y dedicación, así como la sabia combinación entre lo viejo con lo contemporáneo, los ha llevado a ser tomados en cuenta para ser los nuevos ganadores de este prestigioso premio que honra a esas carreras que más que la preservación, homenajea el amor que ellos han entregado a esta carrera, que puede tener altibajos pero que siempre da frutos.

Enhorabuena para esta familia, orgullo de la Ciudad de México y el país en general. El gremio lo celebra con amplias ovaciones de pie y están de acuerdo sin cortapisas por esta merecida designación.

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