Guía Sibaris

Tiene poco tiempo que salió un estudio y reporte hecho por el Financiero, un análisis en el consumo del chocolate entre nuestros habitantes, el cual arroja datos bastantes interesantes y a la vez preocupantes; ya que en esos resultados, se nota el poco interés que se tiene por ingerir uno de los alimentos más representativos de nuestro México (bueno, eso pensamos). Entre los motivos o razones porque no haya un alto movimiento entre la población, pueden ser tachados de mitos, que la industria chocolatera quiere eliminar, ya que provoca un desinterés para su venta y no on ciertos y éstos son, provocar obesidad y por consecuencia, acarrea diferentes problemas de salud. Pero ya ha habido diferentes estudios, que ni siquiera es un generador de acné, pero ni con esto, las personas creen que tenga propiedades nutritivas.

Entre las bondades, que acarrea el chocolate, es favorecer las funciones cardiovasculares, como incrementar, de manera correcta, el flujo sanguíneo al cerebro y corazón, ayudando al primer musculo, a realizar mejor sus funciones; además que es un antioxidante natural que ataca los radicales libres. Esto hablando de los beneficios, pero un punto que no se tocó en ese estudio, además de la entrevista que concedió a Notimex, el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolate, Dulces y Similares; es el que muchos ya hemos hecho hincapié, el precio de saborear un delicioso y artesanal chocolate. Y ahora que han surgido voces que alertan la decadencia en la producción mundial del cacao y por consiguiente, la escasez y aumento de precio del mismo, lo que lo pondrá a la altura de alimentos como el caviar o la trufa blanca, que son otros productos que están extinguiéndose.

Se dice que el consumo promedio en nuestro país, del chocolate, es de 700 gramos por persona, que en comparación con otras naciones como Suiza, que tiene una media de 11. 9 kilogramos, es muy bajo nuestra ingesta. Algo, que si sumamos la importancia cultural e histórica que tiene el cacao, no debería pasar y aparte, agregamos que no se tiene una gran producción, en contraste con países que, en apariencia, no tenían una estrecha relación con la cosecha de la semilla. Por ejemplo, Ghana y Costa de Marfil, quienes en promedio están realizando una alta obtención de toneladas del producto; el primero con 835 mil toneladas y el segundo, supera el millón. En cambio en la República, solo hay una generación de 22 mil toneladas, como se puede apreciar, es abismal la diferencia, algo que causa desasosiego, ya que se tienen suelos fértiles y aptos para poder sembrarlo; y es que solo son dos los estados que mayor presencia tienen, en el porcentaje de obtención y éstos son Tabasco y Chiapas.

Otro de las condiciones que nos son adversas, es el acaparamiento del chocolate por unas cuantas empresas del ramo y de ellas, solo dos son nacionales, Bimbo y Turín; y entre las foráneas están Nestlé y Mars. Es por eso que vemos, en las grandes tiendas, un gran número de barras de chocolates que son importadas, y muchas de ellas vienen de Europa, seguidas por Estados Unidos, y crea, en la percepción del consumidor, que son garantía de satisfacción, algo no es cierto al cien por ciento; muchas de esas marcas no tienen buen sabor y solo aprovechan el nicho de mercado. Hay que replantear todos los objetivos y políticas que hay sobre este delicioso y sutil dulce, para que podamos ser autosustentables en la producción y no depender de los foráneos, y es que no veo  una buena noticia que tengamos un superávit entre lo que se exporta e importa de chocolate. Es bueno tener competencia, porque desarrolla mejora en los planteamientos de fabricación y venta, pero si se tienen las condiciones naturales, los conocimientos y las personas entusiastas por tener una excelencia en el cacao, seria optimo tener un mercado local fuerte y robusto, con hechura de la casa al 100 por ciento.

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