Guía Sibaris

Reseñas de gastronomía, turismo y eventos

El Amaranta de un Chef tatuado, Salas. No. 41 Latin 50 Best 2014

Categoría: Gastronomia Sibaris Editorial Fecha: hace 8 años 19,559

Sarcásticamente a veces se dice que Toluca,  es una colonia más del Distrito Federal  y eso que no está tan cerca, pero sus costumbres están muy ligadas a esa idiosincrasia del centro del país, donde la vida cotidiana es llevada a un ritmo más acelerada y eso los pone con una atención llena de ingenio. Pablo Salas es uno de esos especímenes, acelerado, un tanto brusco, voluble y volátil; parece una lista de defectos, pero no siempre es así, la creatividad se vale de todo eso, ya que aquellos que son relajados, en ocasiones pierden el tren y no sabrán cuando partió de la estación. En el factor Salas sabe bien cuál es su casa, donde se refugia y sale todos los días a tener ideas simples y a la vez extravagantes, Amaranta es ese escondite que ha ido escalando listas.

amarantasalas

De Amaranta podemos describir que es un negocio familiar en todos sus aspectos, un local que ya contaba con su historia culinaria, y la familia Salas decidió tomar el toro por los cuernos y seguir con el giro; pero ya no se tenía que seguir con el concepto anterior. Pablo pensó en rescatar sus orígenes y darle una revisión estricta a una, aparente, subestimada cocina mexiquense; ya que es por su cercanía a la metrópoli de la Ciudad de México, que le roba atención a sus platillos tradicionales.

El restaurante no es muy grande, su capacidad media es de 60 personas, en su sala principal; cuenta con su cava, la cual no demerita con la que le pongas enfrente, teniendo como guardián a Francisco Salas, quien es un sommelier dedicado y conocedor de sus marcas y los meritos que lleva cada uno. En el tema de los ingredientes de la comida, son del día, son de la temporada que cursa y pueden ser encontrados en los mercados típicos de Toluca y son comunes para quienes piensan que van a hallar platos rebuscados y exageradamente elegantes, les ejemplificamos una de sus mejores creaciones:

El Carpaccio de manitas de cerdo en vinagre, que no se considera plato fuerte, más bien cae en la categoría de entradas, ya que son rebanadas de estas extremidades, pero sin el hueso y van aderezadas con vinagre, aceite de oliva y orégano, teniendo como guarnición una ensaladita de col morada, chayote, zanahorias y chile serrano. Es un platillo muy conocido en México, pero que él le da su interpretación personal, así es Pablo un inquieto de la gastronomía mexicana, de sus sabores y aportes;  haciendo de esto una cualidad que ya no se ve en otros chefs.

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