Guía Sibaris

Reseñas de gastronomía, turismo y eventos

De indocumentada a personalidad culinaria de los Estados Unidos

Categoría: Gastronomia Foodie Sibaris Fecha: hace 4 años 13,943

Esta es una historia se ha repetido en muchos sectores de la economía gringa, paisanos que por hallar esa oportunidad de oro se han atrevido a arriesgar su vida y dinero al cruzar sin documentos la frontera entre México y Estados Unidos. Ya nos hemos enterado de artistas, mecánicos, jardineros, campesinos y un largo etcétera, pero ahora nos incumbre una industria que poco a poco se está posicionando y arrojando grandes intérpretes: la gastronomía.

Cristina Martínez es parte de esas historias y ha ido un poco más lejos, dirigir un restaurante sin papeles, dicha acción no ha pasado despaercibida por las autoridades, pero ha sido más hacia el lado positivo que lo contrario. Su manera de preparar sus platillos ha sido elogiada por todos, incluyendo a los políticos, en este caso, hasta un alcalde de la ciudad donde reside Barbacoa - el lugar en cuestión - Filadelfia, para que se coman un plato elaborado por la chef y su grupo de colaboradores.

Luego, la veterana revista Bon Appétit eligió a South Philly Barbacoa como el sexto mejor de los nuevos restaurantes de EEUU en 2016 se ha vuelto difícil reservar una mesa para degustar la comida de la chef Martínez. Esto ha provocado que clientes hagan viajes en carretera de tres horas desde Nueva York y Washington expresamente para comer en este rincón del sur de Filadelfia, un barrio pobre con muchos mexicanos. 

La historia ha sido una gran aventura para Cristina, ya que está casada con un cocinero norteamericano y él se dio cuenta de sus grandes habilidades, sobre todo en la preparación de la barbacoa de hoyo. El chef en cuestión es Benjamin Miller, y se conocieron cuando trabajaban en la cocina del restaurante del famoso chef Mark Vetri. Tiempo después, los dos comenzaron a vender la carne los domingos por la mañana en su mismo apartamento, según relata Miller. Fue tal el éxito que de ahí pasaron a un carrito de comida callejera y luego, tiempo después abrieron el restaurante Barbacoa.

Están casados desde hace cinco años pero ella no tiene los papeles porque fue penalizada al haber sido descubierta por los agentes de inmigración poco después de su entrada al país en 2006. Su única posibilidad de regularizar su situación en EEUU es volver a México y pasar allí diez años.

Pero esto no ha impedido que ambos manejen dos restaurantes, el otro es El Compadre, que manejaba el hijo de ella, pero desafortunadamente murió a los 23 años. Ahora, con sus respectivos horarios y agendas, se reparten sus responsabilidades, pero con sus precauciones por la situación de Cristina. Retomando el éxito de Barbacoa, su éxito reside en la destreza culinaria de Martínez, quien se crió vendiendo carne de cordero en un mercado al aire libre de Toluca junto a su madre Inés.

También utiliza, hablando de sus platillos, algunos ingredientes traídos de México, como las semillas del maíz de Chiapas cultivado por granjeros de Lancaster, Pennsylvania, con las que hacen sus tortillas.Aunque se sienten protegidos por las autoridades locales, ahora Miller y Martínez no descartan  que las políticas y acciones migratorias de Trump les obliguen a cerrar. A pesar de ello, están confiados que esto cambie y la reconozcan como una persona que es productiva, aportando fuentes de ingresos para la economía local y en general, al sector gastronómico de los Estados Unidos.

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