Guía Sibaris

Hay eventos que no pueden ser olvidados, aunque parezca lejana la fecha y también la distancia física de donde se desarrolla, por una simple razón, el haber tenido una participación mexicana en ese festival, y fue una aparición increíblemente exitosa. Lo traemos a la memoria, ya quien compitió fue un producto que ha estado peleando su Denominación de Origen y aun teniendo reconocimientos como estos, no logra conseguir esa anhelada protección, y por lo mismo hay una serie de fabricantes que están inundando el mercado con ese material y a veces no cubre los requisitos adecuados.

Es el Queso Cotija que ha tenido una gran demanda comercial, por sus ingredientes y cuestiones de elaboración y hace unos pocos años, tuvo una, más que destacada actuación en la península itálica, para ser precisos, en el Campeonato Mundial de Cremona, un concurso que se lleva cada año y recibe a los mejores quesos de todo el mundo, en un número aproximado de 500 tipos y estilos de derivados de leche; con esto se nota, lo nutrido y reñido que puede ser este Festival. Por eso, hay que incrementar el valor que se le puede dar al Cotija, añadan que fue toda una odisea para el fabricante y representante elegido por los miembros de la Asociación Regional de Productores de Queso Cotija, José Vargas Barajas.

 Para resumirlo, al señor Vargas, solo le dieron el boleto de ida (dado por el gobierno del estado de Michoacán) y todo los demás gastos (o viáticos para decirlo elegante) corrieron por su cuenta. Aparte que el idioma fue un obstáculo, el hecho de que el señor José, lo más lejos que había viajado era a Guadalajara y tenía que andar cargando, él solo, un bulto de muchos kilos y tuvo que sortear otros inconvenientes, como el que, el taxista abuso de su confianza, en cuanto al precio.

Pero fue en ese año 2006, que su queso de 20 kilos, fue el ganador  absoluto en la categoría de Mejor Queso Extranjero y el público europeo reconoció y animaban al sencillo fabricante, para que lo exportara a ese continente; pero desafortunadamente, por la complejidad de su realización, con técnicas artesanales, no alcanza para tener un excedente de venta foránea, solo es una producción local, considerada como de autoconsumo. Y fue un éxito consecutivo, ya que solo un año antes, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial había dado la Marca Colectiva a todos los ganaderos de la región que comprenden la Sierra Jalmich, que está entre Jalisco y Michoacán.

Los pueblos que están enmarcados en esta región son 3 por estado, Cotija, Tocumbo y Buenavista por Michoacán y de Jalisco Santa María del Oro, Jilotlán de los Dolores y Quitupan; que en conjunto tienen, en promedio, una producción de 600 toneladas y son cerca de 150 familias, las que están involucradas en su hechura. Por eso es de felicitar y dar ese justo valor al sabor e ingredientes que componen a uno de los alimentos que va, de manera paulatinamente, adquiriendo fama, ya no solo nacional, sino también en el extranjero.

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